A las 22 horas, la banda salió al escenario dispuesta a comerse el mundo y entonó ‘Raise your hands’ como aperitivo. Jon Bon Jovi saltó junto a sus inseparables compañeros de grupo Richie Sambora, David Ryan y Tico Torres, que con estadio prácticamente a rebosar, se dedicaron a repasar uno por uno los éxitos que han cosechado a lo largo de su extensa y fructífera carrera.
El cantante de la banda, Jon Bon Jovi, saltó al escenario con una energía pasmosa y vistiendo pantalones de cuero negro con una chaqueta, tipo domador, roja con botones dorados.
Después de ‘Raise your hands’, banda interpretó un éxito tras otro como ‘You Give Love a Bad Name’ o ‘Born to be Be my Baby’, que fueron muy coreadas por todo el público que se encontraba en el escenario.
Posteriormente le llegó el turno a un tema recogido en su último trabajo discográfico ‘We Weren’t Born to Follow’, que fue acompañada en las pantallas situadas a ambos lados del escenario de mensajes antibélicos, de convivencia pacífica y de líderes que siempre predicaron con el ejemplo de sus vidas como el Dalai Lama.
Bon Jovi decidió tocar al primero sus temas más cañeros, incluido el gran éxito internacional ‘Its my Life’ con el que los asistentes vibraron como nunca, mientras que las baladas ocuparon la parte central del show. Míticas canciones como ‘Always’ o ‘I’ll Be There for You’ no faltaron en su repertorio.
La sorpresa vino marcada por el pequeño homenaje que la banda dedicó a U2, improvisando una pequeña versión de ‘Vertigo’, emulando la entradilla ‘Uno, Dos, Tres, Catorce’.
Tras casi tres horas de concierto y 25 canciones, la banda parecía haber puesto el broche final con 'Livin on a Prayer', canción que Bon Jovi ha empezado a cantar 'a capella' desatando la euforia colectiva.
El cantante de la banda, Jon Bon Jovi, saltó al escenario con una energía pasmosa y vistiendo pantalones de cuero negro con una chaqueta, tipo domador, roja con botones dorados.
Después de ‘Raise your hands’, banda interpretó un éxito tras otro como ‘You Give Love a Bad Name’ o ‘Born to be Be my Baby’, que fueron muy coreadas por todo el público que se encontraba en el escenario.
Posteriormente le llegó el turno a un tema recogido en su último trabajo discográfico ‘We Weren’t Born to Follow’, que fue acompañada en las pantallas situadas a ambos lados del escenario de mensajes antibélicos, de convivencia pacífica y de líderes que siempre predicaron con el ejemplo de sus vidas como el Dalai Lama.
Bon Jovi decidió tocar al primero sus temas más cañeros, incluido el gran éxito internacional ‘Its my Life’ con el que los asistentes vibraron como nunca, mientras que las baladas ocuparon la parte central del show. Míticas canciones como ‘Always’ o ‘I’ll Be There for You’ no faltaron en su repertorio.
La sorpresa vino marcada por el pequeño homenaje que la banda dedicó a U2, improvisando una pequeña versión de ‘Vertigo’, emulando la entradilla ‘Uno, Dos, Tres, Catorce’.
Tras casi tres horas de concierto y 25 canciones, la banda parecía haber puesto el broche final con 'Livin on a Prayer', canción que Bon Jovi ha empezado a cantar 'a capella' desatando la euforia colectiva.
Fuente: dirigentesdigital.com
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